miércoles, 7 de mayo de 2014

El joven enfermo.


–La muerte es el silencio.
(Alejandro Morellón)

extraño la cama, extraño esta ciudad,
extraño tu cara.
Es decir
se me hace extraño no dormir en la ciudad, o
no me acuerdo exactamente de tu cara.
(Yasmín C. Moreno)


un cuerpo arrastrando
piel boca abajo

que se abre en canal

como dos brazos
mecen
un cuchillo latiendo
(María Mercromina)

¿Es la juventud la que nos hace estar enfermos o la que nos salva de la enfermedad? ¿Y de qué valdrá la enfermedad en un futuro, o en un presente? ¿Por qué la obsesión con la enfermedad y con el futuro? ¿Es ser joven una enfermedad que marca y distrae? La poesía joven en ocasiones se valora como un adelanto "de lo que está por venir", en vez de valorarla por lo que es, y lo que es ahora, en este instante en el que los jóvenes tienen algo que decir: aquí, ahora. La noche en que caemos (Éolas, 2013), de Alejandro Morellón  retrata a personajes insomnes, a personajes que duermen toda la vida, a personajes sin hogar, en suma, a personajes que buscan una identidad perdida o tal vez inexistentes. El miedo al amor y la falta de contacto con la realidad son algunos de los síntomas que se transforman en enfermedades con consecuencias para su integridad física. En El beneficio de la enfermedad (Ártese quién pueda, 2013), Yasmín C. Moreno se pregunta: ¿Es esto la salud,/ excitarse/ mirándose al/ espejo? Se trata de querer hacer daño. Querer hacerse daño. Buscar la agencia, y perderse a una misma en el camino: adónde se fue toda esa parte de yo mientras adelgazaba./ y luego// adónde se fueron los huesos El hastío y la repetición se repiten como causas de esta enfermedad invisible que los transita: Un continuo recrear la infancia.// El resto.// En eso se basaba la vida. Apuestas (La Bella Varsovia, 2014) colecciona los más diversos miedos y patologías, bien recibidas como una herencia o imagen del mundo exterior, bien replicadas a voluntad (consciente o inconscientemente): Aludía a la simbología del cántaro roto.// Me rompía todo lo que puede romperse/ la inmensidad del mar en las rocas. (Sandra Martínez) Exalta la búsqueda de ficciones, pues sabemos que aún el cuerpo inmaculado parece un jueguete al llegar al mundo: Mi cuerpo es de mentira porque ahora mismo/ está sin pintar. (María López Pousa) E incluso propone posibles soluciones: Renacer, renacer, renacer, renacer,/ pero no humana. (Belén Benito) Significa llegar. Significa abrirse. Aceptar el reto; enfermar y no morir.

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