lunes, 31 de octubre de 2011

This city doesn't have a name.



el cielo claro y
los ojos limpios
mantenían
el corazón tan blanco
como no escribir ningún poema


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martes, 25 de octubre de 2011

acariciar los barcos.



There is a lot to be sad about
But no point in feeling that sadness
In a world that has no capacity
To take your sadness from you in a kind way


(Dorothea Lasky)

The novelist -it is his distinction and his danger- is terribly exposed to life. (...) the novelist never forgets and is seldom distracted.
(Virginia Woolf, Essays vol. IV, "Life and the novelist")

viernes, 21 de octubre de 2011

El presente no concibe el dolor.



Lo que importa son los sentimientos, no los hechos. Son los que construyen historias. El resto: la excusa.

(Traducción de Música para el viaje de Alberto Augusto)

domingo, 16 de octubre de 2011

‎"You have navigated with raging soul far from the paternal home, passing beyond the seas' double rocks and now you inhabit a foreign land."*

*(Medea citado en The Passion por Jeannette Winterson.)




Escribir es ser fiel. Es pedir perdón. Pedir que te olviden, u olvidar a los demás. Escribir es regresar a esos lugares que nunca te pertenecieron.

miércoles, 12 de octubre de 2011

la educación de los pájaros.





Los colores del otoño vienen del oeste,
decía aquel poeta chino.

(Chantal Maillard)

I came to explore the wreck
(Adrienne Rich)


Mi otoño es de barro y canto. Mi otoño es violeta, o de color vino. Mi otoño es de naufragios y tierra extraña. Mi otoño es como todos los otoños: pero es distinto. Vine aquí a exlorar la grieta. Vine aquí a escuchar a todos ellos. A pronunciar nombres extraños. ¿Era esto? ¿Era esto? ¿Acaso era esto?

Vine aquí a llenar de libros los dormitorios ajenos.


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lunes, 10 de octubre de 2011

traducciones, números.



estadísticas de libro

De media, nacen 5 personas cada segundo y mueren 1,78
Así que vamos ganando por 3.22, lo cual es bueno, creo.
De media, cada persona pasará dos semanas de su vida esperando a que un semáforo en rojo se ponga verde.
Las púberes esperan entre dos y cuatro años a que los bultos tiernos bajo sus pezones crezcan.
Así, el adulto medio tiene unos 1.460 sueños al año y se ríe 15 veces al día. Los niños, 385 veces más.
De media, un adulto hace el amor 2.580 veces con cinco personas diferentes, pero se enamora dos veces, puede
que de la misma persona. Si cada uno vivimos setenta y nueve largos años y despertamos al amor sobre los veinte, tenemos más o menos
treinta años para cada uno de nuestros dos amantes. Y si en la vida se caminan 21.951 kilómetros,
¿Adónde vas, viajero? es una cuestión filosófica válida de ser planteada a un hombre, junto con
¿Por qué la sangre de tus venas viaja sin parar? para tener en cuenta a todas esas células rojas fluyendo día y noche
en el tráfico de los vasos sanguíneos, que si se extendieran en línea recta medirían 145.000 kilómetros
El Nilo en Egipto mide 1.450 kilómetros. La circunferencia del ecuador mide 40.077 kilómetros.
Si dividimos la Tierra entre todos, tenemos treinta metros cuadrados de espacio habitable para cada uno,
pero nuestros cerebros sólo ocupan treinta centímetros cuadrados, junto con los 29 huesos de la cabeza, así que si miras por tu ventana sólo con tu mente, ¿cómo es que oyes el zumbido de una mosca?
Si escuchas al gato en la alfombra junto a la chimenea con los 32 músculos de tu oreja, oirás
100 sonidos vocales diferentes. Escucha a tu perro pidiéndote mimos: 10 sonidos diferentes.
Si crees que la soledad no se puede calcular, piensa en un topo cavando un túnel
de ciento cincuenta y ocho kilómetros hasta China en una sola noche. Si crees que la belleza ha huido
de tu árbol genealógico, piensa en las babosas y en sus cuatro narices, o en el camaleón cuando cambia de color
bajo una luz arbitraria. Piensa en el punto más profundo del océano, en la Trinchera de las Marianas en el Pacífico,
¿crees que la tristeza de alguien puede ser más profunda? En 1681, el último dodo murió. En el siglo 16,
Elizabeth I tenía miedo a las rosas. Ana Bolena tenía seis dedos. La gente se enamora
dos veces. El corazón humano late 3 billones de veces (sólo) en una vida. Si intentas contar todas las estrellas de la galaxia, una
por segundo, te llevará tres mil años, si tiene suerte. Como los búhos son los únicos pájaros que pueden ver el color azul,
el océano es azul, junto con el cielo y los ojos de ese chico que murió solo en ese riachuelo sin nombre
en tus sueños una noche azul en la guerra de una de tus vidas. (¿Te acuerdas de cuál?)
Duración de la primera Guerra Mundial: cuatro años, 3 meses, 14 días. Duración de una puesta de sol ecuatorial: 128 segundos, máximo 142.
El impulso de una neurona dura una millonésima de segundo, un trabajador desde Prospect Expressway
al Puente e Brooklyn tarda unos 90 minutos, 45 si no hay tráfico.
Lo que tarda una flor en marchitarse cuando se la ha cortado de la raíz: cinco días. El tiempo que falta para que el sol se quede sin luz: cinco millones de años.
Así el número de habitantes felices bajo el brillo rojo del sol es del 50%, 50% en los días buenos, máximo.
Número de personas tristes: quizás el 70% en los días buenos; especialmente en los Días Mundiales contra el Hambre (La primera emoción es más intensa, creo,
cuando se junta con la segunda.) Así los niños crecen más rápido en verano; sus cuerpos azules y brillantes en expansión. El océano, después de todo, es azul,
y es por lo que el cielo ahí fuera es azul y se expande con el blanco de algo bello, como las nubes.
Un hecho: El mundo es un lugar bello (de vez en cuando). Otro hecho: Nos enamoramos dos veces. Quizá más, si tenemos suerte.

(Autor: Arkaye Keirulf, poeta filipino contemporáneo.)
(Traduce del inglés: Emily Roberts.)

viernes, 7 de octubre de 2011

música para el viaje


(mujerzuela)



En aquella pensión de ayer, el mar llegaba a los tobillos de la gente. Todo es la habitación, o el océano. Pagar la guerra con agua. La ciudad dormía, y los transeúntes se escribían cartas para no volverse a ver. Todos mentíamos como depravados, intentando unas vidas más ruines de las que en realidad portábamos. La ciudad parecía tan monótona. El asedio tan premeditado. Los niños vuelven. Las casas también. Aprender a emborracharse con agua y enredar solo el laberinto.

Al borde del río están sentadas tres niñas comiendo galletas. Una de ellas dice: tirémonos al río. Otra: espera, yo soy un árbol. Acaricia mis raíces. Arráncame el terciopelo.

Alguien quiso que no fuéramos transparentes: y nos revistió con huesos. Alguien quiso que no fuéramos las entrañas calculadas por la naturaleza: y nos otorgó la enfermedad. Queríamos un árbol al que trepar: y nos dieron armas. Queríamos un motivo: nos regaló la libertad.

Alguien me quiso, también me odió. Por eso estoy aquí.


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jueves, 6 de octubre de 2011

el mal de la montaña.



El recuerdo es todo aquel amor que no profesamos. Una nueva religión, quizás. Todo mi vida he sido extranjera. Eso es lo único que siempre he querido. Ser extranjera y que me duela la lengua de no hablar mi idioma. Es lo único que soy. ¿No se define la vida por la nostalgia? El lugar permanente entre la huida y la espera. Entre la huida y el recuerdo. Entre el miedo. Entre el miedo y. Porque el miedo es un rincón cálido, un niño o un abrigo. Porque la huida siempre es una espera.


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sábado, 1 de octubre de 2011

el placer de viajar sola.



Tener toda la ciudad para ti y para nunca: el placer de viajar sola. Toda la levedad y no ser descubierta: viajar sola. El atardecer que cae, como una pequeña ciudad en miniatura, y se destrenza. ¿Dónde están los precipicios? ¿Y su esperanza?


+Un relato en OHIO Magazine.

+Un adelanto VOMIT (El Gaviero, 2012).