jueves, 28 de abril de 2011

Lila: una historia.



1.
Mamá, yo quiero ser escritora. Yo quiero ser escritora para inventarme historias. Desde pequeña me fascina la magia. El poder de crear cualquier cosa con sólo mencionarla. Quien tiene las palabras tiene el poder de crear mundos, personas, situaciones, lo que quiera. Ese poder sólo lo tienen los mentirosos y los escritores, y a los mentirosos siempre los pillan. Aprendí a leer a los cuatro años porque no soportaba que los demás supieran lo que decían aquellos conjuntos de letras enrevesadas y yo no. Los libros me parecían bonitos. Me gustaba cogerlos y acariciarlos y hacer como que leía. Inventarme lo que ponía. Cuando me cansaba de leer, llegaba un momento en que me inventaba lo que ponía. Mamá me regañaba: ¡no mientas, eso no es lo que pone ahí! Y yo comprendía que hasta que no estuviera escrito, no sería verdad. Por eso, al poco de aprender a leer le pregunté a mamá ¿y ya puedo escribir? Estaba pidiendo permiso para inventar.

2.
Cuando a los niños les preguntan qué van a ser de mayores, hay una gran mayoría que contesta bombero, astronauta, médico, veterinario. Yo decía: escritora. Siempre escritora, y siempre me miraban raro y decían, ¿y qué más? Y yo: escritora, ser escritora ya es suficiente para mí. Lo seguí diciendo hasta los doce años, más o menos, cuando ya empecé a pensar que era demasiado mayor para decir esas cosas de niños y sacaba sobresalientes en matemáticas. Qué gran científica/ingeniera decían. Las mates estaban bien. Y además, siempre podía seguir escribiendo, ¿verdad? Ser escritora es una de las pocas profesiones que no precisa de título ni de clases, sólo leer y leer. Y yo nunca he podido dejar de tener un libro entre las manos.

3.
Selectividad, segundo de bachillerato de ciencias, nota media, futuro. Entre medias, escribo. Gano un par de concursos. Enhorabuena, ¿qué vas a estudiar? Vas a tener mucho trabajo, etc. Tengo dieciocho años y de repente vuelvo a tener cuatro: mamá, mamá, yo quiero ser escritora, yo quiero escribir... Y ella dice: pues escribe. Me matriculo en la facultad de filología. Escribo.

4.
Tengo dieciocho años y he nacido. Llego a Madrid y me enamoro. Me enamoro de la ciudad, del metro, de la carrera, de la gente, de la vida. La vida interminable y absurda y bella de Madriz. Escribo Lila. Escribo mucho. Soy feliz. Ya no me da vergüenza decir que quiero ser escritora.

5.
Un año y cuatro meses después, aquí está Lila. Mil millones de gracias a todos los que lo han hecho posible.

+



Mañana, viernes 29 de abril, estaré presentando Lila en Madrid en el Bar Cosmos (C/Garcilaso, 3 - metro Bilbao) a las 19 horas. Asimismo, el libro se podrá adquirir en la web de la editorial, Ediciones Oblicuas.

martes, 26 de abril de 2011

paisaje inundado.


(Ilustración de Erika Kuhn)



We have lingered in the chambers of the sea
By sea-girls wreathed with seaweed red and brown
Till human voices wake us, and we drown.

(T.S. Eliot)


Nadie quiere hablar de la muerte o de la fidelidad. Nadie quiere hablar de los barcos ni de las sirenas. Nadie quiere hablar. Es mejor no hablar. (Pan, Pan is dead.)

lunes, 25 de abril de 2011

la traición o la noche.


(Ilustración de Erika Kuhn)



¿Qué significa "casa",
sino salir a la noche?

(Marina Tsvetátieva)


Donde se vierten todas las palabras. Donde se oculta la belleza y el terror. Lo que nadie nos enseña. El rapto o lo aprehendido. El viento en la cara. El recuerdo, el rastro o lo que ya no queda. Escribir una carta o un manual*. Dejarse vencer. Dormir durante el día. La primera reseña de Lila escrita por una buena amiga. Intentar llegar adonde no lo hacen las palabras, ni las canciones, ni los mares. El viaje. Un país desconocido.


+


*Texto publicado en el nº9 de la revista cultural Retratos Magazine.

miércoles, 20 de abril de 2011

(in)movilidad de los barcos.



Han tardado veinte años de mi vida
en abrir la ciudad al mar


(Cristina Peri Rossi)


+

lunes, 18 de abril de 2011

armisticio.


(Marc Chagall)


Vuelvo a casa. Creo que vuelvo a casa y hace calor en la tundra. Creo que hace calor en la tundra. Las calles me son familiares, pero no completamente conocidas. Después de tanto tiempo. Tropiezo con mercadillos y libros, me regalan meriendas y libros, pero no hay recuerdos viejos. Y sin recuerdos no puedo escribir. No puedo escribir. Ni siquiera un telegrama. Hablemos de los viejos tiempos. Inventémonos los viejos tiempos. Coleccionar idiomas para no saber nunca qué decir. No querer nunca decir. Salomé baila, besa y después muere, como un cisne. Un cisne o un viajante que se ha perdido mucho tiempo. O que se encontró y quizás, precisamente por eso, ya no es capaz de reconocer ningún lugar. Cuánto pesan las maletas. Todo es prescindible. Ya nunca estaremos a salvo. Creo que está bien.


jueves, 14 de abril de 2011

lo que quieras.





Recoge botones de vidrio del fondo del mar.
Las branquias de la mente palpitan en el agua insondable.
Descubre en el diccionario infinito
granos de arena dorados. Cada uno tiene su gemelo
en alguna orilla al otro lado del mundo.


(Denise Levertov, traducción del inglés de Sandra Toro)


Cafetería de la facultad: terraza. El té se enfría. No hay brisa. Qué sol. Se nos acaba la primavera. Una ciudad en miniatura, llena de bellos lugareños que recitan con sus voces diminutas enormes palabras. Siempre se me olvida coser los botones. Siempre los pierdo. Recojo las palabras que se meten en casa y piden que las adoptemos. El cuerpo es un vértice, una caricia, un destierro, un habitante.


+

miércoles, 6 de abril de 2011

al final muere.


(Mario Nunes Vais, Lyda Borelli como Salomé)



Feeling herself in antagonism she was quite in accord. She had been made to break a necessary social law, but no law known to the environment in which she fancied herself such an anomaly.

(Thomas Hardy, Tess of the D'Urbervilles)


Pero, ¿y lo que ha vivido?

lunes, 4 de abril de 2011

domingo, 3 de abril de 2011

domingo, lluvia, café con leche.


(Fotograma de la película Tess (1979) de Roman Polanski)



después de un verso siempre viene otro verso--
como un cantar nuevo
donde se arropan las palabras
las palabras que significan otras palabras
que significan el mundo
o nada

muere la tarde
quiero decir
qué significa el mundo

viernes, 1 de abril de 2011

Lila: llegó el deshielo.



Llegó abril. Llegó abril y primavera. El mes más cruel, decía Eliot. El mes más dulce. El mes que deja al aire nuestras heridas y nos envenena los sentidos. Llegó el deshielo. Llegó el deshielo y se llevó mi piel. Tiritamos bajo los primeros rayos de sol. Lila, Roger, el olor a tinta fresca... Mi primera novela. Ya queda menos.


(Próximamente en Ediciones Oblicuas, abril de 2011)