miércoles, 29 de septiembre de 2010

sintítulo.

De las cosas que no tienen nombre y no se pueden explicar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

una de las (infinitas) (incontables) (tal vez pocas) razones por las que escribo.

I take the parts that I remember and stitch
them back together to make a creature that
will do what I say or love me back.


(Richard Siken)


Quizás la única. Por lo menos, la más egoísta. La de crear personas (instantes) (relaciones) que, como criaturas agradecidas abracen a su Frankenstein creador. Criaturas mutiladas y deformes. Criaturas que sólo conocen el amor más primario. Criaturas que dibujo como quien cose una herida: la hoja en blanco, tacto de piel aún no curada; y las palabras, hilo negro, tembloroso, que penetran con ayuda de una aguja afilada y doliente. Aguja que aún sabe más que yo sobre ellas. Criaturas dóciles, que no se ofenden ante la orden. Quiéreme. Quiéreme, o, al menos, obedece. No son dos cosas tan distintas, ¿verdad? Criaturas que, al final, no serán más que cicatrices de un tiempo pasado.


tracing your voice thin as wire, / I guess we will die still sick of desire

viernes, 24 de septiembre de 2010

different room, different voice (even though it feels the same).

quien mira una fuente espera que llegue el mar.


Juan Bello



Aunque corras el peligro de que se te trague una ola. Aunque en Madriz no haya agua, ni verde, ni flores, aunque en Madriz sólo haya asfalto que te pisa -que tú no pisas-, asfalto que se filtra por tus poros, adhiriéndote a él, empapándote, deshaciéndote, rehaciéndote de nuevo como parte de él. Aunque te sientas como extranjera y ciudadana a la vez. Aunque ya forme -inevitablemente- parte de ti pero no te quieras quedar. Aunque nada. Aunque todo. Aunque todo sea posible. Aunque los pájaros reales sean ajenos a nuestros dolores de garganta. Aunque tengamos los ojos tapados por los pajaritos de los semáforos y escuchemos a Christina Rosenvinge susurrarnos al oído -The scar-, he says, -is fading so fast, / you´re made of sand, like dunes you grow at night-. La casa está vacía. La casa -mi casa- duerme la siesta tranquila mientras escribo en voz alta, mientras me digo,


hope I'll die in a foreign land.

independizarse.

Cuando abandone la ciudad para siempre
Y me precipite hacia el puerto deseado
Dejando entre ustedes apenas mi sombra.


Anna Ajmátova



mudanza. maletas. compañera de piso. vuelvo a la ciudad de las luces sucias. del viento caliente. de la violencia del metro. de las miradas perdidas que nunca volverán a cruzarse en tu camino. el nuevo hogar. que me acoge, que me arropa. los susurros callados del patio de vecinos. la nevera vacía. el corazón a la espera. de nuevo, otra vez. de nuevo, aquí. vuelvo. todo ha empezado. todo por escribir. facultad de filología. olor a libros nuevos. al fin. el sobresalto. al fin. que las piedras se van y no vuelven. que las piedras ahora son humo, espectro, arena. y todo el invierno de medias de lana y trenes de nieve por delante.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

"Era un placer quemar".

(Ray Bradbury, Fahrenheit 451.)





Hay libros que te cambian la vida. Libros que llegan en el momento adecuado, a los que te aferras como una tabla salvavidas. Speak, de Laurie Halse Anderson es uno de ellos.

Leí Speak cuando tenía trece años y estaba sola y asustada. El instituto se había convertido en un lugar hostil. Podía pasarme días enteros sin que nadie me dirigiera realmente la palabra. Y entonces, descubrí a Melinda.

Speak fue publicado en España bajo el título Cuando los árboles hablen por la editorial SM, en su línea Alerta Roja dentro de la colección Gran Angular. Speak trata del aislamiento, de la incomunicación. Melinda es violada el verano antes de empezar el instituto, en una fiesta, por un chico de último curso. Llama a la policía. Desde entonces, se convierte en una auténtica marginada en el instituto. En el infierno al que tiene que ir todos los días. Melinda no puede hablar. Se siente suicia y culpable e inservible. Melinda quiere morirse.

Es un libro claro y directo, pero no por ello deja de lado el lirismo y la suavidad de las palabras para pincelar aún con más firmeza la historia de Melinda. La historia de muchas chicas que han sufrido abusos sexuales. Y de las que no los han sufrido. De las que, simplemente, se sienten raras, y solas, y, y, y. De las chicas que tiene trece o catorce años, y ninguna mano amiga. De los chicos a los que también les pasa eso.

Speak cumplió hace poco diez años desde su publicación. En todo ese tiempo, la autora ha escrito varios libros más para jóvenes, siendo el último Wintergirls, otra historia igual de directa y concisa sobre la anorexia, vivida desde dentro de la protagonista (en España, Wintergirls ha sido publicada bajo el título de Frío por Roca Editorial). Libros que han ayudado a millones de adolescenes, que le escriben e-mails, cartas, que dejan comentarios en su página web.

Laurie Halse Anderson ha cambiado la vida de muchas personas. Y cambió también la mía. Influyó no sólo en mí como persona, sino también como escritora. Pensé que yo también quería hablar de la vida. De las cosas que le pueden suceder a cualquiera. Del sufrimiento. De cómo superarlo. De como, en definitiva, hacer que la escritura sea un puente que una a personas que están lejos y solas y tristes.

Pues bien. Os preguntaréis cuál es el motivo de este post. El motivo es que hace unos días, Wesley Scroggins, profesor asociado de la Missouri State University, escribió un artículo en el News-Leader de Springfield, Missouri, calificando Speak de "pornografía blanda" por contener "dos escenas de violación" y quejándose de que esté incluido en el plan de lectura de las escuelas del distrito de Republic, Missouri y no es adecuado.

Entre otras cosas.

Un libro puede no gustar. Puede ir en contra de tu moral. No lo leas, como dice la autora Rachel Vail en su blog (autora de libros juveniles que también ha sufrido la persecución de la censura en bibliotecas y colegios). Pero eso no significa que haya que prohibirlo. Que tengamos que convertirnos poco a poco en la anti-utopía de Bradbury. Este libro podría ayudar a muchos adolescentes que se sienten solos. Que han sufrido. Este libro les podría ayudar a hablar, a no sentirse culpables, a entender a otras personas que hayan vivido lo mismo.

Por eso escribo este post, como muestra de apoyo a Laurie. Como muestra de apoyo a la libertad de expresión. Los libros están ahí para leerlos, o no, criticarlos, defenderlos, debatir sobre ellos. No para quemarlos. Porque así estaremos eliminando todo el debate, todas las aportaciones diferentes que las personas puedan hacer sobre él. Y si hay algo bonito en este mundo, es que todos somos diferentes.

Afortunadamente.

(Aquí podéis encontrar un poema leído por la autora que escribió a raíz de las muchas cartas que recibió sobre Speak, un collage de voces.)

lunes, 20 de septiembre de 2010

el paraguas se ha dado la vuelta.

Estoy aquí.

Es-
toy

a-
quí.

Aunque el paraguas se haya
dado la vuelta,
aunque llueva con furia
la última tormenta del verano,
aunque caigan los diques,
los mares,
las montañas,

estoy aquí.

Aunque caiga una bomba atómica
y te llames Hiroshima.
Aunque la noche sea un murciélago
sordo
y se estrelle
contra mi pecho.
Aunque se derrumben los edificios,
las naciones,
los gobiernos.

Estoy aquí.

E
s
t
o
y

a
q
u
í.

Pues eso.

(I don't wanna be your friend.)

domingo, 19 de septiembre de 2010

el horrible dolor de lo posible.

Martine Broda



lorsque le corps vidé

d’avoir pleuré le jour d’avoir pleuré la joie

(gerbe d’angoisse)

de chaume auréolé on croise

le bleu regard qui fait jouir


Martine Broda (Nancy, 1947 - París, 2009). Maravillosa poeta francófona. Trazo suave, trazo borroso del deseo urgente, del deseo titilante, del deseo que, como las olas, viene y va en una tarde de verano, juguetea con los caracoles de su nuca, riza y desriza, acaricia erizando el vello, y después, bromea en alemán (en allemand tu dis vrai Liebling / et tu ne diras pas aujourd'hui un autre jour peut-être / ich bin ganz verrückt nach dir). Jeneusse / Partagée, juventud compartida, que hizo del rechazo un juego (al más puro estilo de la película francesa Jeux d'enfants), passionnément le rejet / l'interruption / c'est une île / dans le feu, tira y afloja. La búsqueda de lo inalcanzable en lo cercano, de lo infinito, lo inconsumible, en la llama que tenemos tan cerca que nos quema. Los juegos de palabras, los juegos de lágrimas. El deseo, siempre. El temblor. ¿Es amor el deseo? ¿Es deseo de amor? ¿O sólo deseo avivado por el calor en una tarde en bicicleta? El deseo, deslumbrando, cegando nuestros ojos hasta casi tener un accidente. El deseo, que nos transforma. Y la mirada de Martine Broda, atravesando con su letra crítica esa intangible caricia del ser humano. Ese temblor, esa huida. Ese querer lo que no se puede, y querer, y no tener, y no tener por no querer. Martine Broda. Una razón de peso para aprender francés y dejarse deslumbrar.


ton regard dit douleur
et désir

de l'impossible que tu ne trouves plus
qu'en moi


(Todos los textos en cursiva son de la autora M. Broda)



(regarde comme le ciel s'étire / et mes yeux sont comme deux lacs gelés)

sábado, 18 de septiembre de 2010

poesía magnética iii y el puente.



Cuando vivimos tanto
que hay que pagar exceso,
hay algo en el amor
como una luz suicida


(Luis Rosales)


¿Que cómo sé que se acaba el verano? Porque los he visto, hoy, al caer la tarde. Mientras corría, quinceañeros en el puente, el viento frío colándose por las medias, la desesperación en los vasos de plástico, servida en ingentes cantidades. El alcohol de dudosa calidad, comprado en las tiendas de chinos. Ron Negrita y vino tinto. Los botellones de los quince años junto al río Adaja a los que yo nunca acudí, porque estaba demasiado ocupada viviendo mundos paralelos. Que no me perdí. Ya no es verano, ya no. En invierno al puente y en verano a San Vicente. Y hoy estaban ahí, poblando las orillas del río, como una tribu nómada que sale los viernes a las nueve de la noche, que deja un rastro de vómito y cristales rotos. ¿Que cómo lo sé? Porque la zozobra se adueña de mi pecho. Por las noches, cuando trato de dormir, los pensamientos me asaltan y me muerden los pies. Ya no es verano, mi amor. Los proyectos se acumulan, crean montañas a mi alrededor. Aprender holandés es uno de ellos, aunque no el prioritario. Ik ben een vrouw. Aunque aún siga aquí, aunque aún falte un poco para volver, para marcharme de esta tierra hostil cuya sangre corre por mis venas. Las hojas secas empiezan a arrastrar tu nombre. Tu nombre, tu nombre, tan gastado por los rayos del sol a los que estuvo expuesto estos tres meses, tu nombre, vendrá conmigo.

jueves, 16 de septiembre de 2010

"El máximo pesar está cerca de casa."

(Pilar Adón, El mes más cruel)





(fotografía de Mercedes Fernández)



a menudo
me equivoco,
dibujo un círculo
y sale
cuadrado,

cometo errores
que no se arreglan
con poemas,

nosotros,
víctimas crueles
de la memoria,

soy el monstruo
de debajo de la cama
que lo devora todo
cuando ama.

(suena)

martes, 14 de septiembre de 2010

irse de casa.

The great man turns his back on the island.
Now he will not die in paradise
nor hear again
the lutes of paradise among the olive trees,
by the clear pools under the cypresses. Time

begins now, in which he hears again
that pulse which is the narrative
sea, at dawn when its pull is strongest.
What has brought us here
will lead us away; our ship
sways in the tined harbor water.

Now the spell is ended.
Give him back his life,
sea that can only move forward.


Louise Glück





Los últimos días aquí. Las últimas palabras. Los últimos preparativos. Las últimas ansiedades.

Y después--

nuevo hogar.

Sin la aspereza de las piedras
enredándose en mis
pupilas,

sólo el asfalto
y los atardeceres acristalados
de Madrid.

palabras que se derriten los últimos días del verano.

viernes, 10 de septiembre de 2010

mi cuerpo ya no es casa.



La revista de poesía digital Poesía Salvaje ha publicado hoy dos de mis poemas.


Podéis leerlos AQUÍ.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

"Pues tu teoría se queda incompleta sin mí".

(Pola Oloixarac, Las teorías salvajes)












Vuelvo a casa
y las piedras
no me reconocen.


(empty room)

jueves, 2 de septiembre de 2010

me llevo los pájaros en la maleta.



La vida en la tierra sale bastante barata.
Por los sueños, por ejemplo, no se paga ni un céntimo.
Por las ilusiones, sólo cuando se pierden.
Por poseer un cuerpo, se paga con el cuerpo.


Wislawa Szymborska, Aquí.



Aquí, mi cuerpo. Secuestro de mí misma. Aquí, mi voz atrapada. Pegada con cinta adhesiva a un trozo de papel. Las costillas plegadas. Las maletas hechas. El paso del tiempo en los bolsillos. Los que se han ido y los que se irán. Y en mi rostro, el rostro apacible de una persona que espera. La llegada del viento. El silbido sordo cuando sopla en mis oídos. No me gusta que calles, ni que estés ausente. Llueven pájaros, y por las noches empieza a refrescar.

(special needs)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

la obsesión de los escritores por los pájaros.









je crois qu'il profita, pour son évasion, d'une migration d'oiseaux sauvages.

(Cita y dibujo de Antoine de Saint-Exupéry, Le petit prince)



Pizarnik decía. Que el pájaro se ha hecho jaula. Y se ha volado. Señor. Qué haré con el miedo, qué haré con el miedo. Señor.

Y la esperanza se ha volado. Y el jardín se ha volado. Y mi corazón, apretando mis costillas. Porque aún no se ha volado.

(Pero lo hará, alguna vez, tal vez, migrará con la migración de los pájaros salvajes, de las cigüeñas que pueblan los campanarios de este sitio. En Ningún Lugar. En Ninguna Parte.)

(alas)